Tras recibir numerosas peticiones, L2 ha desarrollado un informe acerca de las prácticas de Amazon con sus proveedores. L2 ofrece un servicio de inteligencia de negocio. Su informe ha esclarecido las repercusiones que puede tener trabajar con Amazon.
Amazon, que normalmente permitía sin ningún impedimento la venta de productos por terceros, ha comenzado a restringir esta práctica cuando las marcas consensúan un acuerdo. Cuanto más estrecho es el vínculo, más privilegios obtienen éstas por parte de Amazon. Aprovechan la oferta por parte de terceros para arrinconar a las marcas y conseguir acuerdos. Los privilegios que obtienen aquellas marcas que deciden firmar un acuerdo van desde limitaciones en las ventas de sus productos por parte de terceros a una mayor visualización de sus productos, no solo en la manera de presentarlos y posicionarlos sino también en el porcentaje que representan cuando Amazon ofrece alguna promoción o descuento a sus clientes.
La estrategia de Amazon es un arma de doble filo. Las empresas que no firman un acuerdo se resignan a ver cómo sitúan sus productos en un segundo plano y cómo terceros venden sus productos, incluso en el caso en el que las empresas no desean ver sus productos en la página web. Cuando el acuerdo sí tiene lugar, son las restricciones a terceros las que cobran protagonismo bloqueando la venta de ciertos artículos.
